martes, mayo 16, 2006

APRENDER A VER LA TELEVISION... POSMODERNA

La

Asociación de Teleespectadores y Radioyentes (ATR) , celebra desde hace casi una década el 10 de Mayo como “Día Sin Televisión”. El mensaje, de entrada, puede parecer reaccionario, pero, ATR no pretende eliminar la televisión de la sociedad, porque cree que la TV es un invento magnífico, cuyo modelo de producción y gestión se encuentra en una crisis aguda. Las dos partes que sustentan el sistema, es decir los anunciantes y los usuarios, están muy insatisfechas. Según el barómetro del CIS de Octubre de 2003, un 77% de los usuarios considera la televisión como mala o muy mala. Respecto de los anunciantes, es conocida la frase del americano F. Woolworth, el inventor de los grandes almacenes, que decía que “se que la mitad de lo que gasto en publicidad se pierde, el problema es que no se que mitad es”. El sistema de medición de audiencia televisiva se basa en aproximadamente en 3.200 aparatos de medición colocados en los hogares, pero nadie se fía realmente de él.

En la posmodernidad, hay un oligopolio de escenarios que multiplican su señal audiovisual indefinidamente, que paradójicamente, son poco accesibles como lugares físicos para los millones de destinatarios individuales. Los parlamentos, por ejemplo, son más accesibles como lugares de emisión de una señal televisiva que como lugar físico para ser visitado por los ciudadanos. Lo mismo ocurre con los grandes estudios cinematográficos (Hollywood), los acontecimientos deportivos, o con los lugares que más amenazan la estabilidad mundial, y que son los epicentros de la noticia. Por ejemplo, en Irak los periodistas no pueden salir del “bunker”, porque son asesinados, es decir que el epicentro de la noticia no es el “hecho en sí” sino el escenario decorado dentro del búnker desde donde el corresponsal conecta vía satélite con la CNN (

ver este increíble video de Lara Logan). Se emite la señal, pero se desconoce como es el lugar emisor, quien hay detrás, como funciona, como se puede acceder.

Este modelo de pocos epicentros mediáticos que multiplican sus imágenes indefinidamente, se está disgregando debido a los cambios tecnológicos: internet, TDT, satélite, móviles, P2P, edición digital personalizada (el exponencial fenómeno blog), P2P, bittorrent, emule, etc… Los medios se están integrando en un mundo que ha dejado de ser mono- para ser cada vez mas multi-. Ya no es un un mundo Bipolar, sino multi-polar. Ya no existe “lo nacional”, sino lo multi-nacional. No existe “la cultura”, sino las multi-culturas. No existe “la lengua”, sino el multi-lingüismo. Ni siquiera existe ya un único rol “varón” o “mujer”, sino que los roles y las fronteras entre varones y mujeres se han diluido y multiplicado. Las fronteras se han vuelto líquidas. Las ciudades ya no tienen “centro y límites”(

Lewis Mumford). Toda la Comunidad Autónoma de Madrid es, por ejemplo, territorio urbano (y dentro de poco la Comunidad Valenciana). Para atravesar la ciudad de Los Angeles (USA), una ciudad que no tiene centro, se tardan más de tres horas de punta a punta, sin salir de la autopista. Las zonas clave de la posmodernidad son las grandes redes de autopistas, aeropuertos, líneas de alta velocidad, pantallas de televisión y ordenador, por donde circulan los breves y masivos flujos de desplazamientos turísticos y profesionales, los tráficos financieros y publicitarios. El flujo por ahí es masivo, brutal.

Por eso ATR propone apagar la TV durante un día, no para volver al pasado, sino para pararnos a pensar, a filtrar. Los anunciantes necesitan dirigir sus mensajes a los destinatarios adecuados. Los consumidores y usuarios, necesitan reelaborar sus prioridades, para discriminar contenidos.

El sujeto contemporáneo es un “ciudadano-espectador que se informa y entretiene en un espacio de soledad habitada por las mismas e idénticas imágenes que el resto de sus conciudadanos. Esa mezcla de soledad y comunicación, permite la hipermediatización de los acontecimientos, que, a su vez configura multitudes emocionales tan intensas como efímeras. Dichas multitudes con frecuencia dan forma a movimientos políticos y sirven de argamasa para la reorientación de sensibilidades políticas” (Higinio Marín, Nación y Libertad, pagina 13, Fundación Universitaria San Antonio). Personalmente, no creo que en el futuro cercano las cosas sigan así. La disgregación informativa y lúdica, es un hecho. La gente, y sobre todo los adolescentes, ve menos la TV: se bajan la música y las películas de internet. El número de canales televisivos y de radio se multiplica exponencialmente (digitalización), lo que significa que las audiencias del 20% serán cosa del pasado. Estamos al comienzo de la disgregación. Habrá más cadenas locales, nacionales, periódicos online, radios, etc.… Eso hará posible centrarse más en sectores concretos de la población. El mundo se ha vuelto mundial, pero, la gente vive y consume localmente, choca con la tozuda realidad cotidiana. El estado-nación, es cada vez menos importante, mientras que los ayuntamientos son cada vez más relevantes.

Cuando se les pregunta hoy en día a los niños de donde vienen los huevos, el pan, la leche, contestan que de unos grandes almacenes. Para los niños, todo está en la estantería del supermercado “hecho”, inmediato, en la “pantalla”. Hace falta, recomenzar a educar por el principio: la leche viene de las vacas. Las cosas tienen un principio y un fin, un proceso, que comienza en un sitio concreto del mundo, que tarda un tiempo en hacerse, en reposar. Todo lo real, surge en comunidades locales “aquí y ahora” donde hay un yo y un tú. La articulación del diálogo medios / anunciantes / usuarios, se puede hacer a través de asociaciones locales, federadas a nivel regional, nacional e internacional, que representen a colectivos de usuarios, como por ejemplo ATR. Los shocks mediático-emocionales intensos, son muy espectaculares, pero nos cansan (p.ej. la muerte de Lady Di), porque no sirven a la persona real. Hace falta menos conocimiento y más sabiduría, filtros que discriminen lo esencial, y eso se logra con pequeñas comunidades cívicas.
Menéame Menéame

Etiquetas:

Make Money Blogging