Juan Gelman
Antiguo judío comunista expulsado, ex-Montonero al que siempre le rimaban las palabras, condenado a la muerte del exilio, te volaron las raíces, te condenaron a ser hijo ausente. Te arrebataron tu vida en vida: secuestraron a tu hijo y a tu nuera embarazada, la desaparecieron. Tras muchos años de encenderle con tesón todos los días una lumbre a la esperanza en el abismo infinito de tus entrañas a ese “Dios triste que existe un poquito”, tu nieta apareció. La encontraste. Y naciste de nuevo, tuviste que volver a inventarte.
El exilio hizo que no pudieras acompañar a tu madre en sus últimos días. Muchos años después, le escribiste una carta. Comienzas escribiéndole desde el vientre materno: “¿estábamos bien, juntos así, yo / en vos nadando a ciegas? / (...) "así viaja el amor de ser a antes de ser? / (...) me echaste de vos / ¿para aprender a sernos otros?" Hurgas con la palabra, metes sal en la herida del misterio de nuestro origen: el vientre de nuestra madre.
Tu Yo es larguísimo, pero tu Tú, es lo que hace tu poesía enorme, un espejo donde miramos a nuestra humanidad mas doliente, donde nos llegan como un eco las respuestas y preguntas de todos los que amamos ¿Qué es eso sino el “Tú”? Sabes bien que no hay Yo sin Tú, y que si lo hay no merece la pena. El ser cercano a ti, que en tu caso siempre ha estado ausente, nos lo recuerda hasta hacernos temblar: “"Así que has vuelto / como si hubiera pasado nada / como si el campo de concentración no / como si hace 23 años / que no escucho tu voz ni te veo / han vuelto el oso verde tú /(…) hemos vuelto a tu hijar incesante / en estos hierros que nunca terminan / ¿Ya nunca cesarán? / ya nunca cesarás de cesar / vuelves y vuelves / y te tengo que explicar que estás muerto".
Suspiras por ser abuelo. Subiste las escaleras de madera para declamar tu discurso. Estás mayor, frágil, con labios, muy cargados de años. Que dura ha sido tu vida, que belleza nos ha dejado tu palabra que sube a contracorriente el río del olvido. Tu madre, tu hijo, tu Buenos Aires: nunca olvidar. Jamás arrodillarse ante la muerte, ante la violencia. Soy polvo, más polvo enamorado. Llévame contigo, Gelman, para dejarme más huella, para que ya no sea lo mismo que lo que voy dejando tras de mi.
Etiquetas: Columnas, pensamiento, poesía
9 comentarios:
Claudio ¡ Magnífico !, escalofriante, profundamente emocionante; tanto que me han entrado escalofríos y mis ojos se han aguado.
Gracias por esta maravillosa entrada.
Perdón por la reiteración de la palabra " escalofrío ".
Tienes un blog tan excelente que no se merece un comentario con errores.
Claudio, tu blog es para mi gusto de los mejores que visito,con diferencia.
Vielen Dank.
Algún día te pagaré estas adulaciones como se merecen... a base de comentarios abundantes en tu blog. Do ut des. Como pasa en los ambientes intelectuales. Si tú me citas, yo te cito, y si no k te den. . . :-)
Es war nur ein Witz...ironisch...ciao
De adulaciones nada, y mucho de verdad.
Ayer, cenando comenté con mi marido la entrada sobre Juan Gelman y también acerca de tu blog.
Cuando vaya a mi librería buscaré a Gelman y otros que tengo en cartera, me voy a arruinar.
Küsse
El problema ya no es el dinero...
Es el sitio. Mi mujer:"cuanto mas crezcan los niños, mas sitio necesitarán sus libros, y donde vas a meter los tuyos".
Necesito unos 30 millones para comprar un apartamento-biblioteca por aquí cerca ¿alguien los tiene?
otra opcion es dejarlos en el apartamento de mis padres, en la playa, en... y luego no los encuentras cuando te hacen falta, cuando hay una conexión neuronal un "día de esos" de furia "creativa"...
ay, ay, aaaay..
pobre marido tuyo...
Y encima somos despistaos
Efectivamente Claudio : es el sitio ; por lo que sería bueno tener una casa más amplia y para éllo es necesario el dinero.
Ya tenemos una gran hipoteca, con la que nos hemos casado para siempre...
Los libros se deben tener en una sóla biblioteca del tamaño adecuado, para poder tener orden en cuanto a la temática.
Yo tengo varias pequeñas bibiotecas,una de éllas es una gran maleta...
Pero una de las cosas que más me han gustado desde niña son los libros.
Y el de Gelman, lo quiero...
Saludos cordiales
Otra opción relativamente más barata que un apartamento, es un local, reducido, donde alojar los libros más prescindibles. De este modo los herederos podrán malbaratar los libros, pero al menos obtendrán algún margen de la venta del local.
Claudio, si puedes y quieres ver un corto sorprendente, pásate por mi blog. Son nür elf Minuten.
Lo ví en los años 90 y creía no poderlo encontrar.
Eso sí, es para lo que tienen humor muy negro.
Herzliche Grüsse, mein lieber Claudio
Excelente tu blog ,lo mejor que he leido.
saludos de Chihuahua,Mexico.
seguire tu huella,tu basta cultura me intimida un poco, por ser pobre la mia ,creo que aprendere mucho leyendote,gracias por este blog tan interesante, que bueno que tenemos la opcion de expresarnos atraves de este medio..te encontre buscando informacion de LAS TORRES GEMELAS QUE FUERON DEMOLIDAS...
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