Son cuarenta-y-dos
Mientras pasa el tiempo
Aburrido al ralentí
Pero nada se está quieto
Dentro de ti
Todo se mueve tan rápido
En el túnel de la rutina
Que pocas veces veo la luz
De tu alma escondida
Siempre, al cabo del rato
Me entra la sed
¿Tú que te crees?
No me basta la vida
Para estar vivo
La multitud sola
Que lejos queda
Llena de miedo
Que no es fácil
Son once años
Son cua-renta-y-dos
Muchos días
bastantes noches
Besos y adioses
Rompiendo holas
Abrevando en tu alma
Mi sed de paraíso
Son cuarenta-y-dos
Cuarenta-y-tantos
Siempre rodando
Por el ancho canto
De tu alma.
Etiquetas: poesía
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