sábado, septiembre 15, 2007

Que bueno, que bueno : sobre quesos y ratoneras.

verboten

XAVIER RUBERT DE VENTÓS , hoy en El Pais:


Simplificando, diría que hay sectarios del Cristianismo, sectarios del Monetarismo (los liberal-leninistas) y sectarios del Oficialismo y de la integridad de la (su) patria. Los primeros creen sobre todo en la Iglesia católica; los segundos, en el Libre Mercado, y los terceros en el Boletín Oficial del Estado -o simplemente, en el papel timbrado-. A todos ellos les une eso, la fe. No la fe en lo mismo, obviamente, pero sí el hecho de entender aquello en lo que creen como la Única Verdad, como la inapelable Realidad, como el Hito que separa lo que va y lo que no va a misa. A su particular misa, claro está.



Nos gusta la alergia del cristianismo a las idolatrías de este mundo y su "concentración parcelaria" en el otro; apreciamos su pasión desmitificadora, su tácito empuje (al menos donde y cuando ha estado en minoría) a la secularización de la sociedad y a la separación de poderes; valoramos (yo, al menos) el hecho de que fueran tres católicos -Monnet, Schuman y De Gasperi- quienes se atrevieron, para construir Europa, a sacar los huevos del cazo ("los Estados europeos son huevos duros", había dicho De Gaulle, "y con huevos duros no se hace una tortilla"). Nos asusta, en cambio, a Savater y a mí, la terrible y excluyente pasión cristiana por "la Verdad y la Vida"; una pasión que está en la base de la ciencia, ciertamente, pero también de todas las guerras y holocaustos que han caracterizado y diseñado Europa.



Lo único que me atrevería a añadir es que esta crítica a la religión dogmática y doctrinaria debiéramos seguir aplicándola también a los otros dogmatismos -al del Mercado y al del Estado- que han venido a tomar el lugar de aquéllos en las sociedades más secularizadas. Dejo aquí el del Mercado, cuyas disfunciones han sido ya apuntados desde Polanyi y Stiglitz hasta los más recientes antiglobalizadores. Y me limito a las del Estado democrático: aquel que, en nombre de la Voluntad Popular, sacraliza el ámbito y las fronteras dentro de las cuales esta voluntad tiene derecho a expresarse.



Pues, tiene usted razón, señor De Ventós. Hay que ir por la vida con mas flexibilidad. La verdad, no se impone, se expone.


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1 comentarios:

Blogger Embajador ha dicho...

Ni siquiera se expone sino que se propone. Y por lo demás como decía Chesterton:"Hay dos clases de hombres , los que son dogmáticos y lo saben y los que son dogmáticos y no lo saben". Me parece que el Sr. Rubert, tan lleno de si mismo, pertenece al segundo grupo.

3:07 a. m., septiembre 16, 2007  

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