Sobre la aparente fortaleza del Mal
"Yo tenía la sensación de que nos hundíamos en un abismo infernal, en una injusticia monstruosa.Hay en la experiencia humana abismos de maldad qu ela razón no puede ni siquiera calificar. Bruscos viarajes hacia lo irracioabnl, donde las causas no están en proporción con los efectos. Y los hombres que encarnan esa maldad parecen pobres actores, porque el mal que sale de ellos les excede infinitamente. Son pleleles, títeres insignificantes de un mal absoluto que los desborda Y el rostro que se oculta tras el suyo es el de Satán. Sólo así se explica que una civilización que desea la razón y la justicia caiga en todo lo contrario: en la aniquilación y en el absurdo absoluto
(El autor, cardenal y judío converso, perdió a toda su familia en Auschwitz)
[Jean-Marie Lustiger, La Elección de Dios.]
Etiquetas: pensamiento
4 comentarios:
Tras varios intentos por complementar semejante texto, me rindo. La trascendencia de lo que el autor describe es tal, que escapándose a la capacidad resolutiva del ser humano, recala en algo que nosotros, las personas, no podemos calificar de ningún modo. La gran solución para muchos: Dios.
Gracias por la cita, excelente. El mal en el mundo (que sentimos muy próximo) no puede explicarse desde la lógica y la razón humana. Por eso dice Lustiger que la maldad de los verdugos les excedía.
buenos días Claudio! te puse un link en mi blog aesyd, una abrazo y feliz fin de semana!
Cita inapelable: gracias por traerla a colación. Pero quizá convenga recordar que Satán necesita del hombre para causar ese mal...
y Dios quiere necesitar del hombre para vencer tanto mal con el bien.
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